Estudio señala adopción de la dieta mediterránea como factor de protección contra osteoporosis

Publicado el 23/04/2019

Adoptar la llamada dieta mediterránea, hábito alimentario que ha sido asociado en los últimos anos a la protección contra la diabetes y las enfermedades cardiovasculares, también puede ser una decisión positiva para el mantenimiento de una composición corporal más saludable, con mejor preservación de los huesos y de los músculos, especialmente en la región de la columna lumbar. Un estudio realizado en el Instituto Nacional de Ciência e Tecnologia em Hormônios e Saúde da Mulher (INCT Hormona) – en español, Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología en Hormonas y Salud de la Mujer – investigó la asociación entre masa ósea y muscular con mayor o menor adhesión al patrón de dieta mediterránea, con base en la evaluación de la ingestión de grupos alimentarios como cereales, verduras y legumbres, frutas, productos lácteos, pescado, carne, vino tinto y aceite. Los resultados están publicados en la última edición de Climateric, revista vinculada a la International Menopause Association, en artículo intitulado «Mediterranean diet is associated with bone mineral density and muscle mass in postmenopausal women», de autoría de la alumna de postdoctorado Thaís Rasia da Silva, nutricionista e investigadora del INCT.

El estudio incluyó 105 mujeres sanas con edad media de 55 anos, residentes en la provincia de Río Grande del Sur, que pasaron por la menopausia desde hace al menos un año. El análisis se basó en cuestionarios en que las participantes describieron qué comieron durante el mes y en exámenes realizados para medir la densidad mineral ósea, la grasa corporal total y la masa magra apendicular, con el fin de comparar los resultados de laboratorio con el modelo de la alimentación de cada una de las voluntarias. “Las participantes que tenían una dieta similar a la mediterránea presentaron mejor composición corporal, con mayor masa muscular y mayor masa ósea, independientemente de otros factores como práctica de actividad física, tiempo de menopausia e histórico de uso de terapia de reemplazo de hormonas”, destaca da Silva.

Según la investigadora, el estudio también constató que las mujeres con mayor adhesión a la dieta mediterránea presentaron mayor ingestión de nutrientes como calcio y magnesio, los cuales actúan directamente en la formación y reabsorción óseas y también tienen efecto positivo sobre el rendimiento muscular. “Además de estos, también se consumieron en mayor cantidad otros nutrientes con acción antioxidante, como vitamina A y selenio, confiriendo protección contra el estrés oxidativo y reduciendo la pérdida de masa muscular y ósea, que es común después de la menopausia”, relata la autora del artículo originario de la propuesta de postdoctorado tutelada por la Prof.ª Dr.ª Poli Mara Spritzer (UFRGS), endocrinóloga y coordinadora-general del INCT Hormona, que tiene sede en el Hospital de Clínicas de Porto Alegre.

Poli Mara explica que la menopausia se caracterizada por la disminución de la producción de estrógenos por los ovarios y ha sido asociada al desarrollo de osteoporosis y al descenso del volumen de masa ósea y muscular, lo que aumenta el riesgo de accidentes, con traumas musculares y fracturas óseas, además de reducir la autonomía y la calidad de vida de las pacientes. “La osteoporosis es una enfermedad crónica y silenciosa, que puede llevar a la disminución de la calidad de vida y al aumento del riesgo de mortalidad. Se estima que, en Brasil, el 15 a 33% de las mujeres postmenopáusicas presentan osteoporosis; así, esta enfermedad puede considerada un problema de salud pública”, advierte la líder de investigaciones en el área de hormonas y salud de la mujer. Para las científicas del INCT Hormona, las evidencias presentadas durante el Congreso de la Sociedad Internacional de Endocrinología (ENDO 2018), en Chicago (E.E.U.U.), indican que la adhesión a la dieta mediterránea puede representar una estrategia no farmacológica para prevenir el desarrollo de osteoporosis y la ocurrencia de caídas en mujeres postmenopáusicas. Sin embargo, las investigadoras resaltan que nuevos estudios son necesarios para verificar con más precisión la relación establecida en su estudio. “De todos modos, es posible afirmar que este patrón alimentario, cuando combinado con otros hábitos de estilo de vida saludable, produce resultados positivos para el mantenimiento de la salud”, concluye Thaís Rasia da Silva.

¿De qué se compone la dieta mediterránea?

La investigadora Thaís Rasia da Silva, autora del artículo que asocia la adhesión a la dieta mediterránea con la preservación de las estructuras ósea y muscular, cuenta que este patrón alimentario se caracteriza por un elevado consumo de frutas, vegetales, cereales integrales, oleaginosas y aceite de oliva como fuente principal de grasa. Además, también incluye el consumo moderado de pescado, huevos, quesos y yogur, admitiendo bajo consumo de carne roja y dulces.

La autora defiende que la adopción de este tipo de hábito alimentario o un modelo más próximo al que se ha recomendado como saludable puede suceder de forma gradual y de acuerdo con las condiciones socioeconómicas y culturales de cada persona. “Nuestro estudio no logró evaluar el consumo de oleaginosas entre las participantes, pues, tratándose de alimentos más caros, no son accesibles a gran parte de nuestra población. Sin embargo, ningún componente aislado de la dieta estuvo asociado a los índices de masa ósea y muscular en nuestros análisis. Frente a esto, creemos que el patrón de la dieta como un todo es más importante que alguno de los alimentos aisladamente”, observa.

Por fin, da Silva pondera que seguir un patrón de dieta que incluya una cantidad adecuada de nutrientes y compuestos bioactivos encontrados principalmente en frutas y vegetales, “además de garantizar un consumo adecuado de proteína y calcio, es una actitud importante para la obtención de una mejor composición corporal, llevando a una mejor calidad de vida después de la menopausia”, define la investigadora del INCT Hormona.

Reportaje, fotografía y edición: Luiz Sérgio Dibe