Factores de riesgo para calcificación de la arteria coronaria

Publicado el 30/07/2020

El análisis de la relación entre los factores de risco individuales y la Calcificación de la Arteria Coronaria (CAC) como marcadores de enfermedad cardiovascular subclínica en mujeres de mediana edad forma parte de la tercera fase de un estudio apoyado por el INCT. La encuesta de base poblacional empezó hace más de 20 años y acompaña una cohorte de alrededor de 300 mujeres, moradoras de la ciudad de Passo Fundo, en Rio Grande do Sul, Brasil.

El artículo “Risk factors associated with coronary artery calcification in midlife women: a population-based study” fue publicado en 2019 en Gynecological Endocrinology y está firmado por las doctoras Karen Oppermann, Veronica Colpani y Poli Mara Spritzer.

En esta fase, se analizaron ​​datos antropométricos y metabólicos. La actividad física habitual se evaluó por podómetro, un aparato medidor de pasos. La CAC se analizó por un sistema de tomografía computadorizada con múltiples detectores. Ya la escala de Agatston promedia se utilizó para estratificar los participantes como: CAC> 0 y CAC = 0.

Resultados

Según la Dra. Karen Oppermann, la investigación mostró que mujeres con edad entre 65 y 75 años tuvieron el 80% más riesgo de tener puntuación de calcio coronario positiva que mujeres entre 45 a 55 años. “Las variables modificables, asociadas a riesgo coronario entre mujeres de mediana edad en Passo Fundo fueron hipertensión y deposición abdominal de grasa”, explica.

La investigadora detalla que los niveles de escala de calcio, asociados a otras características, conferirán un perfil de mayor risco cardiovascular. “El riesgo coronario tradicionalmente está aumentado entre mujeres tabaquistas, dislipidémicas, hipertensas y diabéticas.”, afirma la Dra. Oppermann. En el presente estudio, la hipertensión y el aumento de grasa abdominal, calculada por la circunferencia de la cintura, fueron las variables que se asociaron a la puntuación de calcio coronario.

Por otro lado, el uso de terapia hormonal para síntomas climatéricos se mostró asociado con protección para enfermedad coronaria, es decir, mujeres que estuvieran usando hormona tenían el 50% menos riesgo de tener calcio coronario presente. “Estos resultados fueron controlados entre sí y con otras variables que pudieran interferir”, comenta la investigadora.

La Dra. Oppermann recuerda que, hasta el momento, no se debe indicar el uso de terapia hormonal en la menopausia con el objetivo único de protección cardiovascular. Sin embargo, el estudio muestra que mujeres que vienen usando TH para síntomas climatéricos presentó un perfil clínico mejor, incluso en cuanto al calcio coronario.

El estudio muestra también que se deben incentivar medidas como control de la presión arterial y reducción de grasa abdominal entre mujeres de mediana edad para la prevención del riesgo coronario, como evidenciado por la menor puntuación de calcio.

Primeras Fases

Se viene acompañando la cohorte de mujeres hace más de 20 años. Las primeras entrevistas ocurrieron en la residencia de las participantes elegidas por sorteo obedeciendo a los criterios de inclusión.

Según la Dra. Karen Oppermann, el primer estudio, que se realizó entre 1995-1996, fue diseñado para verificar la prevalencia de síntomas climatéricos y trastornos de menstruación entre mujeres en la pre y perimenopausia que tenían de 35 a 55 años en aquella ocasión.

Ya la segunda fase de la investigación, con las mismas participantes, ocurrió para verificar las variaciones do peso y de distribución de grasa corporal, bien como la prevalencia de trastornos psicoemocionales.

La tercera fase se diseño para verificar los factores de riesgo cardiovasculares, como el perfil de actividad física, síndrome metabólico, puntuación de calcio coronario y salud del hueso.

Base Poblacional

Por ser un estudio de base poblacional, se sortearon las participantes entre los sectores censitarios del IBGE, en todo el perímetro urbano de la ciudad de Passo Fundo, que hoy tiene 200 mil habitantes.

De acuerdo con la Dra. Karen Oppermann, investigaciones de este tipo permiten que se puedan utilizar los resultados en poblaciones semejantes a las de origen, tanto en el país como el exterior. “La investigación de campo lleva mucho tiempo, pero está exenta de sesgos de inclusión, es decir, son estudios “reales”, con mujeres de distintos niveles socioeconómicos, educacionales, culturales, y con diferentes perfiles comportamentales y de salud”, explica. “Este diseño epidemiológico es fundamental para toma de medidas en salud pública”, finaliza.