COMPORLab: Equipo colaborativo promueve mejora en la calidad de vida de pacientes

Publicado el 28/10/2020

Investigaciones científicas son elementos fundamentales para la mejora de la calidad de vida de la población, pues mediante ellas surgen informaciones sobre el impacto que algunas enfermedades, condiciones y tratamientos pueden tener sobre un individuo. Éste es uno de los objetivos del COMPORLab – el Laboratorio de Composición Corporal, implementado con el apoyo del INCT Hormona, y que funciona en el Centro de Investigación Clínica del Hospital de Clínicas de Porto Alegre.

El espacio es un laboratorio completo, activo y de colaboración entre diferentes equipos, que permite determinar cuáles aspectos de la composición corporal y cuáles variables pueden influenciar la vida de determinados grupos. El síndrome del ovario poliquístico (SOP), el climaterio y la incongruencia de género son algunas líneas de investigación desarrolladas por el grupo.

En el laboratorio, según la investigadora y corresponsable de la unidad, Dra. Tayane Muniz Fighera, el grupo también actúa con mujeres en la postmenopausia, evaluando el impacto de las alteraciones hormonales en esta fase de la vida. “A través del equipo de densitometría ósea, cuantificamos la masa ósea y evaluamos el impacto de la terapia de reemplazo hormonal sobre la salud ósea”, comenta.

De acuerdo con la médica, el equipo realiza la evaluación de las diferentes áreas del cuerpo, incluyendo masa grasa, masa muscular y masa ósea. “Hacemos también el análisis de calorimetría, para evaluar la tasa metabólica en reposo de cada individuo, bien como evaluaciones clínicas y nutricionales y pruebas de desempeño físico”, explica. “Todo ello nos permite evaluar la respuesta de estos parámetros en algunas condiciones hormonales específicas, como el climaterio, el SOP y la incongruencia de género”, completa.

La Dra. Fighera explica que el COMPORLab tiene importancia fundamental en el desarrollo y promoción de la salud. “El resultado de nuestras investigaciones sirve como base científica para la construcción de conductas y estrategias públicas de salud”, finaliza.

Implantes de silicona líquido en mujeres transexuales

En una de las investigaciones realizadas en el Laboratorio, el grupo evaluó los efectos del uso de silicona líquida industrial en la región glútea sobre la densidad ósea de mujeres transexuales que recibían terapia estrogénica. Se seleccionaron a 46 pacientes con y sin inyección de silicona en la región glútea. Todas se sometieron a evaluación clínica y evaluación hormonal, y también densitometría ósea.

Según la Dra. Fighera, mujeres transexuales con silicona industrial presentaron mayor densidad mineral ósea en la cadera, en comparación con aquellas que no presentaban el implante. No se observó ninguna diferencia en otras áreas. “Este hallazgo probablemente representa un ‘falso’ aumento de la densidad ósea, ocasionado por la presencia de la prótesis glútea, un artefacto entre el paciente y el equipo».

Estos resultados sugieren que, en estas pacientes, la cadera no es un sitio confiable para evaluación de la masa ósea y del riesgo de osteoporosis”, finaliza. Los resultados de este trabajo fueron publicados en septiembre en Arch Osteoporosis.

Vale recordar que consejos y sociedades médicas no aprueban la utilización de silicona industrial, pero algunas mujeres transexuales realizan el procedimiento sin prescripción con profesionales no médicos. El INCT no aprueba su uso, pero, cuando recibe casos de este tipo, sigue el protocolo de atención médica y realiza las evaluaciones.

Metformina y osteoporosis

Investigadores de COMPORLab evaluaron la asociación entre el uso de la metformina y el riesgo de osteoporosis. La explicación para esta asociación sería que el medicamento, usado en el tratamiento de la diabetes tipo 2, podría disminuir la senescencia celular, influenciando positivamente las células óseas.

El grupo participó de un estudio colaborativo internacional, realizado con 1.259 mujeres de diferentes países de América Latina. Todas las pacientes tenían edad superior a 40 años, no hacían uso de medicamentos para osteoporosis y utilizaban metformina. “Tras el análisis, el estudio mostró que el uso de metformina, independientemente de la presencia de diabetes tipo 2 o obesidad, se asoció a un menor riesgo de osteoporosis en mujeres adultas”, finaliza. Los datos de este estudio están disponibles en el artículo científico publicado en mayo de este año.

Caquexia en pacientes con artritis reumatoide

La prevalencia de caquexia en pacientes con artritis reumatoide también fue objeto de un estudio con la participación de los investigadores de COMPORLab. Dra. Fighera relató que se reclutaron a 90 pacientes para este estudio, que tuvo la duración de 12 meses. “Existen datos limitados sobre la prevalencia y factores asociados a la progresión de la caquexia en pacientes con diagnóstico de artritis reumatoide. Este trabajo tenía como objetivo determinar la prevalencia de caquexia y su asociación con potenciales factores clínicos”, explica la experta.

En el período, se realizaron evaluaciones clínicas, de composición corporal y de desempeño físico. Los expertos concluyeron que, en la cohorte del estudio, la caquexia reumatoide fue un hallazgo común. “La actividad de la enfermedad y el uso de terapias biológicas estuvieron asociados a cambios en la composición corporal y en el desempeño físico, resaltando la importancia de buscarse la remisión clínica al tratar la artritis reumatoide”, finaliza la Dra. Fighera. El trabajo formó parte de la tesis de doctorado de Rafaela Espirito Santo, orientada por el Prof. Ricardo Xavier, y fue recientemente publicado.